martes, 7 de mayo de 2013

Fútbol, Violencia y otras pasiones (una odiosa comparación)

Estimados lectores, primero que nada debo agradecerles a cada uno de ustedes que se han tomado el tiempo de leer la entrada anterior y hasta de responderme vía los distintos medios que proporciona esta vida social virtual.

¡Que semana hemos tenido! Jugó el Barça, el Real, Boca-River y ascendió talleres al torneo Nacional B después de militar cuatro años en la tercera categoría del fútbol argentino. Ah, no me olvido que jugó NOB de Rosario y dejó una perlita que apoya la afirmación de mi título.

El fútbol genera pasiones y la pasión genera violencia o la violencia genera la pasión que a su vez genera fútbol. Esperamos toda la semana por ese pitido inicial para que no saqué de nuestra vida, para pasar 90 minutos en un mundo irreal, en donde creemos que gritarle al televisor nos va a hacer mejores o peores.

90 minutos que nos dedicamos a hablar sin saber de todos los temas posibles y no sólo que no sabemos, sino que no reconocemos nuestras limitaciones en las distintas temáticas y teorizamos al respecto, nos cerramos y no queremos escuchar al otro, pretendemos llegar a un acuerdo sobre lo que sucedió gritando más fuerte o insultando al otro, sin siquiera abrir el oído (si he dicho bien).

90 minutos dónde negamos la violencia de los nuestros hacia los otros, donde festejamos los cruces de palabras, los intentos de golpizas, los insultos y pedimos por más violencia. Dejamos de lado toda nuestras creencias alrededor de la paz y el diálogo y pedimos por golpes, no nos importa ver sangre, mientras que sea de aquellos que visten la casaca distinta a la nuestra. Y con tal de que esto pase hasta defendemos a los peores criminales.

       90 minutos en donde hay personas que son las encargadas de impartir justicia y mantener la paz social, pero en vez de esto, son tipos que no están preparados, rodeados de sospechas de corrupción que son parciales y no imparciales y en lugar de ordenar las cosas las desordenan, con su accionar apañan que los testigos de tamaña injusticia se enfurezcan y se vuelvan aun más violentos, sin medir las consecuencias de sus acciones.

 90 minutos en donde quienes deben protegernos no lo hacen, pero no importa, porque si protegen a los violentos, ellos tienen inmunidad  y las fuerzas de seguridad los miran hacer y deshacer a su groso modo y cada vez más la familia se ve desplazada de aquellos lugares que antes eran para disfrutar, para pasar un buen rato, para enseñarles a los hijos, para reunir generaciones.

Perdonen, acabo de llegar a este punto y me doy cuenta de que tenía que hablar de fútbol y termine hablando de la vida diaria.Ojalá esto pasaría sólo en 90 minutos en un periodo de 20.160 minutos que tiene una semana, pero sucede a cada segundo y cada vez se va complejizando. En la cancha sólo se ve un reflejo de todo esto.

Defendemos a los barras (cantando sus canciones o apoyando cuando se suben al alambrado) al igual que a los políticos corruptos.
No nos interesa si golpearon a un periodista que es del otro bando (eso sí, no toquen a ninguno de los míos).
Hablamos de política sin saber, sin leer, sin interiorizarnos al igual que hablamos de tácticas o medicina deportiva.
Algunos jueces no se preparan para sus funciones, resuelven en bases a caprichos personales, se lavan las manos y generan violencia en la sociedad. Al igual que lo hacen los mal preparados árbitros cuando no cobran un penal o no expulsan a un jugador que demuestra un claro desprecio por la humanidad ajena.

No todos los partidos son iguales (debo reconocer que lo de Talleres esta vuelta fue una fiesta), pero hablo de lo común, de lo que las estadísticas nos muestran.

Necesitamos cambiar. Eso empieza por uno. También políticAs y políticOs serios, basta de discursos violentos, basta de festejar todas estas atrocidades, fuera y dentro de la cancha. La violencia no debe generar pasión y la pasión no debe generar violencia.

Las políticas se hacen tanto de arriba para abajo como de abajo para arriba, reflexionemos en torno a esto.

Pd: no me olvido que el fútbol y la vida tiene un poco de esto, pero necesita más de esto y menos de lo otro



4 comentarios:

  1. Pensando hace poco en por qué los argentinos amamos tanto a nuestra madre tierra me di cuenta de lo siguiente. Argentina tiene cosas buenas y son las mejores del mundo y tienen cosas malas y son las peores del mundo (pensamiento argento-chovinista) Estamos orgullosos de nuestra tierra como cualquiera cuando habla de los aspectos positivos de su pais, pero no percibimos a los negativos realmente como tales. Logramos naturalizar los aspectos negativos y es mas hasta le hemos dados una valoracion pseudo-positiva lo cual dificulta valorarlas como tal. Para ejemplificar esto hay miles de casos, tomemos el argentino garca. De puertas para adentro no lo mencionamos tanto ni somos tan conscientes, pero al momento de estar alejados de nuestro contexto tendemos a recordarlo, casi extrañarlo, lo valoramos como un rasgo simpático y hasta casi de pertenencia. Los argentinos logramos crear un pais casi sin defectos...pero dentro de nuestra percepción.

    Abogar al cambio individual para lograr uno colectivo es una medida un poco utopica dadas las condiciones de realidad material y social de determinadas personas...

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  2. Vale L Vega ha dicho:
    Bueno mi Juan...me permito después de tanto disentir en algunas cosas contigo.
    No resulta muy fácil hablar generalizando de un rasgo cultural tan propio y único como es el fútbol en nosotros. Personalmente me gusta mucho el fútbol, me gusta mucho verlo y más si es en vivo. Así que acá empieza mi primer disidencia con vos. La cultura de la hinchada está arraigada de manera tal que se vuelve casi imposible (a mi criterio) arrancarla. Tengo en mi caso particular mucha familia que desde chicos van a la cancha (y cuando digo desde chico me refiero al momento actual...sobrina, primos, de entre 5 y 8 años) y vuelven ilesos y maravillados del espectáculo. Tal vez no estoy contando con la posibilidad de que hayan tenido la suerte o bendición? de que no les pase nada, o de que no queden intrincados en algún enfrentamiento civil o policial...pero no lo creo. Quien se queja de ir a un partido y de los gritos, el humo, las banderas, está casi en la misma situación en la que estaría yo si fuera a un partido de tenis y quisiera gritarle al jugador en el momento de saque (considerando yo la diferencia entre una norma de juego y una "norma" de uso o costumbre) Desde mi lugar, sí a las banderas, sí a las bengalas, sí a los hinchas subidos al alambrado con disfraz de fantasma de la B . y sí a las barras (NO BRAVAS)
    En el último clásico Boca-River (lo puse con V como verás) cuando la hinchada de Boca empieza con su fiesta escuche a los relatores quejarse de la relevancia que tienen. Ahora...Tienen? de ninguna manera..no tienen relevancia ni protagonismo. Ese es un lugar que ni siquiera se fueron ganando, sino que se les fue dando. Y he aquí un buen nexo para plantearte mi otra disidencia. Hablando de la importancia y relevancia que se le dan a las barras, que terminan tomando más protagonismo que el espectáculo mismo ; ( paréntesis acá mi Juan, porque bien sabemos que los clásicos suelen tener mas de clásicos fuera que dentro de la cancha..y el "suelen" esta siendo muy condescendiente); puedo referirme a la inexplicable ( al menos para mi) importancia que se le da al fútbol. Y tan sorprendentemente para mi que en vos llegó a compararlo con la justicia, el Poder Judicial, a que compares árbitros con jueces, decisiones de un arbitro a las de un magistrado. Terminamos dejando de lado una idea fundamental que es que el fútbol es un deporte, un entretenimiento.Y no caigo en la inocencia de no reconocer los entretejidos políticos que subyacen al fútbol profesional, pero reniego absolutamente de compararlo con la justicia, olvidándonos de que en lo más profundo (o en lo más superficial) estamos hablando de una actividad que no es nada más (NI NADA MENOS) que un juego.

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  3. Muy buen reflejo y analogía... es decadente en muchos aspectos, es lo que hay, hay que convivir con ello sin por acostumbrarse a la mediocridad y rescatar lo positivo de cada práctica. Vivan el fútbol y la política! (bien entendidos)
    Juliana

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  4. Sumo al debate... http://www.clarin.com/deportes/titulo_0_916708445.html

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